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sábado, 12 de julio de 2008

Cuento de Pasiones y Virtudes


Os traigo un bonito cuento que aunque desconozco a su autor original es contado por Ismael en muchos de sus conciertos.

A mí personalmente me encanta y es por ello que os lo quiero postear en esta entrada. Aunque os parezca un poco largo os aseguro que no os defraudara.

Cuento de pasiones y virtudes

Cuentan que antes de que este planeta estuviera habitado por hombres y mujeres , vivían en él, pasiones y virtudes. En el planeta Tierra estuvieron viviendo durante cientos y cientos de años , durante toda una eternidad pasiones y virtudes , que se aburrían de lo lindo viendo el transcurrir de los siglos.

Así cada día trataban de inventar un juego nuevo al que jugar para que se hiciese más llevadera la larga , larga , larga existencia. Solía ser la imaginación la que proponía los juegos y un día propuso jugar al escondite.

A todos les pareció bien, todos estaban entusiasmados con la idea , pero claro , ¿quién se la liga?. La primera en levantar la mano fue la locura: ¡yo, yo me la ligo! la locura...Bueno está bien pues ¡ala a contar!, vuelve la cara contra ese árbol y comienza la cuenta mientras nos escondemos.

La locura se dio la vuelta , volvió su cara contra la corteza del árbol y empezó a contar una cuenta imposible: 1, 7, 2, 55, 88, 3...y una a una se fueron escondiendo todos y todas.La locura seguía su cuenta y cada uno iba buscando el lugar más apropiado en el que pensaban que la locura no los encontraría, poco a poco se fueron escondiendo todos excepto uno que tardaba en encontrar su lugar apropiado, ese era el amor.

Y es que ya sabes que el amor es bastante indeciso y andaba de un lado para otro buscando donde meterse.La locura seguía con su cuenta 55, 6, 99, 100 ¡voy!. Se dio la vuelta y el amor se metió en el primer lugar que vio. Se metió de un salto en un matorral de zarzas que había allí cerca, allí se coló y se quedó agazapado con la esperanza de que no le viera, y no le vio.

A quien primero se encontró la locura allí tumbada fue a la pereza, a la imaginación la vio entre las nubes, a la mentira la vio allí pero como era mentira, estaba allí, la mentira...Y así uno a uno fueron apareciendo todos, la locura fue encontrándolos a todos.Al poco rato faltaba solamente uno por encontrar, aquel era el amor. Es que ya sabéis que encontrar el amor es bastante difícil.

El juego ya empezaba a hacerse pesado, asique la locura empezó a impacientarse : amor sal ya, que se hace tarde...Pero el amor ya sabes que es muy indeciso y no solamente uno tarda en encontrarlo sino que a veces tarda demasiado en salir a la luz.El amor asustado no salía.

La envidia, que suele preocuparse más de los demás que de sí misma, se acercó al oído de la locura y le dijo : el amor está oculto en esas zarzas.La locura muy enfadada fue hacia las zarzas y gritó: ¡Amor sal ya, se nos hace tarde!. Pero, creo que os he dicho ya, que el amor es indeciso y que una vez que lo encuentras es difícil de sacarlo.

La locura muy enfadada trató de meter la mano entre las zarzas para sacar al amor de las solapas con la mala fortuna que se pinchó con una espina y es que a veces hacer salir al amor es doloroso y la locura muy enfadada arrancó una vara que había en el matorral y empezó a agitarla entre las ramas.

De repente, sonó un grito. De entre las ramas de las zarzas salió el amor con las cuencas de los ojos ensangrentadas, la locura en su locura, al agitar la vara entre las zarzas, le había sacado los ojos al amor dejándolo ciego para siempre.

Todos se quedaron muy callados mirando al amor con las cuencas vacías, sin saber qué decir, nadie. Quizá aquella fue la única ocasión en la que la locura habló con un poquito de cordura, porque dijo no os preocupéis, desde ahora yo seré sus ojos y es por eso que desde entonces, familiares y amigos...

el amor es ciego y la locura son sus ojos.

martes, 3 de junio de 2008

El caballero de la triste figura


Esta tarde, tras leer una entrada del Blog de mi amigo Pablo referente al Quijote. Me he acordado de una carta que anda perdida en esta obra de arte de la Literatura Española que goza ya de la espectacular edad de 403 Años.

Esta carta no es más que un fragmento que le escribe Don Quijote a Dulcinea utilizando un Castellano de lo más Caballeresco y cortés. Vamos ... lo de la época.

Que la disfrutéis ...

Soberana y alta señora:

El herido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.

Tuyo hasta la muerte,

El caballero de la triste figura

sábado, 17 de mayo de 2008

Carta de amor de Kafka


Hoy traigo una nueva aportación a “Mensaje en una botella” esta sección de cartas, a veces con destino y a veces sin él.

Reconozco que casi todas las cartas que he posteado en esta sección son verdaderamente tristes –las cartas de suicidio, la carta del soldado a su esposa, la carta de despedida de Gabriel García Márquez, etc...- por lo que hoy os he traído una carta de amor, pero no de un amor cualquiera, sino de un amor verdadero, profundo y doloroso.

Se trata de una carta que escribió Franz Kafka a su amada Fraülein Felice entre el 1912 y el 1913. En realidad la relación que mantuvo Kafka con Felice se basaba en las cartas que se escribían mutuamente, a razón de dos o tres cartas diarias.

Fue una relación más mística que física en la cual Felice se convierte en su musa que le da fuerzas para escribir dos de sus obras maestras – La condena y La metamorfosis.

Franz Kafka necesita que esa relación sea exactamente como es. Una relación a distancia evitando así el acercamiento hacia ella, ya que como dice Elias Canetti: Teme que el matrimonio signifique la invasión de su cuarto, amenace la noche solitaria en que puede ser él mismo. Su justificación, su única y verdadera vida, su sola manera de enfrentarse al terrible mundo es la literatura.

Os dejo con esta carta que yo personalmente la considero como muy especial...


Te pediré un favor que suena completamente loco, y que yo consideraría como tal si fuera quien recibe la carta. Es también el más grande test al que aún la más amable persona puede ser sometida.

Bien, el favor es que me escribas una vez por semana, así tu carta llega el domingo, porque no puedo resistir tus cartas diarias, soy incapaz de resistirlas. Por ejemplo, yo respondo una de tus cartas, luego estoy acostado, aparentemente en calma, pero mi corazón late a lo largo de mi cuerpo entero y sólo es consciente de ti.

Yo te pertenezco, realmente no hay otra manera de expresarlo, aunque no es suficientemente adecuada. Por esta importante razón no quiero saber qué estás usando; me confunde mucho y no puedo lidiar con mi vida; y por esto es que no quiero saber que tu me tienes cariño. Si lo hice, ¿cómo pude, tonto de mí, permanecer sentado en mi oficina, o aquí en mi casa, en vez de saltar dentro de un tren con los ojos cerrados y abrirlos solamente cuando esté contigo?

Oh, hay una lamentable, triste razón para no hacerlo. Para ser breve: mi salud es apenas suficiente para seguir solo, pero no es buena para casarme, y dejemos a un lado a la paternidad.

Aún cuando leo tus cartas, paso por alto hasta lo que no puede serlo. ¡Si sólo tuviera tu respuesta ahora y cuán horriblemente te atormento, y cómo te obligo, en la quietud de tu cuarto, a leer esta carta, tan desagradable como jamás ha estado en tu escritorio!

¡Honestamente, esto me golpea por momentos y quedo preso como un espectro de tu feliz nombre! Si sólo hubiera despachado carta el sábado, en la cual hubiera implorado que jamás me escribieras de nuevo, y en la cual te hubiera hecho una promesa similar. Oh Señor, qué me impidió enviar esa carta? Todo estará bien. Pero, ¿hay una solución tranquila ahora?
¿Ayudará si nos escribimos una vez a la semana?

No, si mi sufrimiento puede ser curado por algo semejante, quiere decir que no es serio. Y ya preveo que seré incapaz de soportar aún las cartas dominicales. Y así, para compensar por la oportunidad desperdiciada el sábado, te demando con la energía que me queda, en el final de esta carta: Si valoramos nuestras vidas, permitámonos abandonar todo. ¿Pienso que debo firmar "tuyo" ? No, nada podría ser más falso. No, yo seré siempre esclavo de mí mismo, eso es lo que soy, y debo tratar de vivir con eso.

Franz

domingo, 27 de abril de 2008

Para que no te apene Mamá


Me lo he pensado mucho antes de publicar esta carta, ya que recientemente publique la carta de suicidio de Kurt Kobain y en absoluto pretendo que este Blog sea un almacén de tristezas y soledades. Aunque ya os advertí que en esta sección postearía las cartas más bonitas pero también las más tristes.

El caso es que navegando por la red, he encontrado esta carta anónima de suicidio. Lo que más me ha llamado la atención es que está escrita de la manera más razonable y sensata que puede tener un escrito de estas características.

Hay un sentimiento claro de infelicidad presente en todo el escrito pero a la vez es completamente racional e incluso tiene un toque poético que la hace muy especial.

Os dejo con ella ... Porque lejos de entristecer ... te hace reflexionar.


Querida mamá.

El tiempo ha sido duro conmigo, azotando mi corazón como nunca jamás lo había hecho. Silencio en la noche y en el día gritos de dolor.

Todos los días pasan como el viento. Fuertes al principio y luego lentos, llenando mi mente de ideas estúpidas de felicidad, alegría o esperanza.

Y eso no existe, mamá.

El hombre está condenado a morir, mamá. En el mundo, lo más cruel de todo es que te arrojan a la vida dejándote claro que no hay salida. Que el fin está ahí.

Que vas a dejar de sentir, de soñar, de llorar, de oler, de oir,…

Llegará un momento en que te digan “esto se acabó”. Y será cuando menos te lo esperes, será cuando estés “feliz”, “alegre”, “contento”.

¡La felicidad! Ese invento humano para hacernos creer que existe una meta en nuestras vidas, insulso nominativo para insultar nuestra inteligencia y hacernos inconformistas de nuestra propia felicidad. La que rezuma de las flores, de las hojas, de la vida.

Paradoja intensa que te proporciona el vivir. La felicidad inventada contra la felicidad cotidiana, la de las pequeñas cosas.

Mamá, ya no puedo más.

Antes que venga alguien a quitarme mi aparente felicidad cotidiana, acabaré con esto. Prefiero morir como yo quiero morir y en el momento en que lo desee, a que cuando menos me lo espere, cuando tenga la felicidad susurrándome a mi oído, venga alguien y me recuerde mi estúpida realidad. Venga la Muerte y me lleve.

Por eso, mamá, me despido. Para que no te apene. Para que sepas que yo elegí este camino.

Cuando caiga el rocío por la madrugada, yo ya estaré en mi felicidad eterna, esa que no existe…

sábado, 26 de abril de 2008

Carta de un soldado



El mensaje en la botella que traigo hoy es una carta que escribió un sargento del ejército norteamericano a su esposa durante la guerra del Vietnam.


Os recuerdo que este conflicto ha sido uno de los más extensos y cruentos en los que se ha visto envuelto los Estados Unidos. Convirtiéndose finalmente en una derrota para la mayor súper potencia mundial.


Os advierto que esta carta es lo suficientemente dura para herir alguna susceptibilidad.


Querida Marilyn:

Antes de empezar esta carta quiero que me prometas olvidarla cuando la hayas leído, es que necesito hablar con alguien. Es posible que escribiendo sobre ello pueda comprenderlo un poco mejor.

Sé que no debería descargar en ti mis problemas, porque bien sabe Dios que no podrás darme una respuesta. Apuesto a que nadie en el mundo la tiene. Me expresaré de acuerdo con mi temperamento, muy directamente, y me limitaré a los hechos.

Ayer maté a una niña de 8 ó 9 años, con la carita más dulce e inocente que nunca hayas visto con una granada repugnante en la mano. Cuando yo y seis más íbamos en marcha, apareció ella para lanzarnos la granada.

Siempre aparece la vieja alternativa de: "o ella o nosotros", pero ¿qué derecho tenía yo por todos los demonios para matar a una niña? Todo lo que puedo hacer es pedirle a Dios que me perdone, porque yo mismo no me puedo perdonar. Parece tan absurda a veces esta maldita guerra.

Puedo matar a un hombre y no sentir preocupación alguna, pero ¿matar a una niña que ni siquiera ha aprendido a distinguir entre el bien del mal? No hay hombre que tenga ese derecho, o ese deber, o como quieras llamarlo. No tardaré mucho en largarme de aquí, pero hasta el último día de mi vida seguiré siendo incapaz de justificar esto.

Realmente me pregunto qué especie de hombre, o mejor de animal, he resultado ser. Sé que Dios me perdonará, pero el caso es que yo he de vivir esta culpa conmigo. Supongo que ésta no es la carta que esperabas de un sargento curtido y experimentado, pero hasta nosotros tenemos sentimientos. Por favor, no me malinterpretes: ahora mismo me siento amargado, dolido, y tan insoportablemente confundido que ya no se que pensar.

Tú solamente acompáñame, y un día de estos volveré a ser yo mismo; por lo menos eso espero. Una de las cosas que siempre he querido eran los niños. Me encantan todos los niños. Pero, ¿cómo podré volver a decirlo?. Creo que ya te he hablado mucho por ahora.

Gracias por escucharme.

Dusty.

viernes, 18 de abril de 2008

Mensaje en una botella- Carta de despedida de Kurt Cobain




En realidad es una carta de despedida, una carta que Kurt Cobain escribió minutos antes de suicidarse. Al fin y al cabo también es un mensaje en una botella....sin un destino claro, pero con todo el deseo de que en algún momento sea encontrada.


Es curioso pero a medida que leía esta carta, me venía a la cabeza la imagen de una vela consumiéndose lentamente. Como la vida de Kurt...triste, insatisfecha y desdichada.


Destaco una de sus últimas frases en la que dice que “Es mejor quemarse que apagarse lentamente”.





“Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiría ser un charlatán infantil castrado. Esta nota debería de ser muy fácil de entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk-rock que he ido siguiendo a lo largo de estos años, desde mi primer contacto con la, digamos, ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto.


Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo Rock’n’Roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del publico, a mi no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho no puedo engañar, a ninguno de ustedes .


Simplemente no sería justo ni para ustedes ni para mí. Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme Señor, pero no es suficiente). Soy consciente de que yo, nosotros, hemos gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido.


Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En estas tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho a como había sido yo.


Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo.


Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general… Sólo porque a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente.Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recuerda Courtney que es mejor quemarse que apagarse lentamente.
Paz, amor y comprensión.

KURT COBAIN


Frances y Courtney, estaré en nuestro altar.Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí.
!! TEAMO ¡¡ !! TE AMO ¡¡”

sábado, 12 de abril de 2008

Mensaje en una botella – La Marioneta



El mensaje en una botella de hoy es una bonita carta de despedida....sé que las despedidas no suelen ser bonitas, pero el contenido de esta carta si lo es.

Inicialmente los medios de comunicación atribuyeron esta carta a Gabriel García Márquez en el año 2000 después de que le diagnosticaran un cáncer linfático. Era una supuesta carta de despedida a sus seres más queridos.

Posteriormente se descubrió que esa carta pertenecía a uno de los personajes del ventrílocuo Mexicano Johnny Welch, para ser más exactos al muñeco de trapo llamado Don Mofles.

Así pues se trata de la obra de una marioneta y lo más curioso de todo es que a día de hoy todavía hay mucha gente y muchos medios que creen que ese escrito pertenece a Gabriel García Márquez.

Una prueba más de que hay cosas que se escriben para ser leídas sin importar su destino... solamente quieren ser encontradas en alguna playa.





Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso pero, en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate...

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto no solamente mi cuerpo sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera un corazón...

Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que ofrecería a la luna.

Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero dejaría que el solo aprendiese a volar. A los viejos, a mis viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas les he aprendido a ustedes los hombres...

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.

He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo...

viernes, 11 de abril de 2008

Mensaje en una botella – Una carta en una botella escondida durante 90 años



Ayer os decía que en cualquier momento y en todas partes, hay un montón de mensajes en una botella esperando ser encontrados. En cualquier rincón nos podemos encontrar una...


Lo que ayer era una entrada hoy quiero convertirlo en una sección.


Os quiero traer los mejores mensajes en botellas que pueda encontrar. Al igual que con los desencuentros en esta sección procurare traer los más tristes, los más alegres, los más dulces, los más divertidos...


Lo más sorprendente de todo es que esos mensajes son al igual que los desencuentros...totalmente reales y están en todas partes.


Hay mucha más gente de la que nos imaginamos, que está deseando que las botellas que en su día lanzaron al mar...lleguen por fin a alguna playa.


Quiero reestrenar esta sección con el que quizás es el mensaje más real y antiguo que voy a postear. Espero que os guste.


Ha permanecido oculta durante 90 años escondida en una botella de cerveza, no porque la carta no llegara a su destinatario sino porque su receptor, un soldado americano de la Primera Guerra Mundial que luchaba en Francia, decidió enterrarla quizás para que no fuera destruida durante los bombardeos alemanes.


Unos arqueólogos franceses que exploraban antiguos asentamientos merovingios del siglo VII en la región francesa de Lorena la han encontrado.


La misiva, de cuatro páginas, fue enviada desde Oklahoma el 15 de julio de 1918 al sargento norteamericano Morres Vickers Liepman por un pariente que firmó como "tío Pete".

La opinión pública de EE UU ante la guerra o las dificultades de encontrar mano de obra son las conclusiones que pueden extraerse de la carta.


Pero junto a ello, el texto refleja el profundo racismo que imperaba en un sector de la población: tío Pete critica abiertamente la inclusión de soldados negros en el ejército norteamericano.

El Instituto Nacional Francés de Investigaciones Arqueológicas, que conserva el documento, ha intentando sin éxito buscar a los descendientes de Liepman. Pero ha logrado reconstruir pequeños retazos de la vida del soldado.


Estudió en Kansas hasta julio de 1917, momento en el que partió hacia Europa para combatir en la Primera Guerra Mundial.


En otoño de 1918, su unidad acampó en el bosque de Haye, cerca del lugar en el que ha sido encontrada la botella. El sargento regresó a EE UU en 1919.

jueves, 10 de abril de 2008

Mensaje en una botella - Carta de un Naufrago


La vida está llena de mensajes en botellas, mensajes de auxilio, mensajes desesperados con la única intención de que en algún momento, alguien los encuentre.

Lo malo es que, a veces, no queremos encontrar esas botellas.

Me gustaría que leyerais esta carta de un naufrago, encontrada en una botella. Escrita por Rodolfo Serrano –padre de Ismael Serrano- y recitada en el concierto de Granada de diciembre del 2007 por Ismael Serrano.


Hace ya 7 meses 3 días y 2 horas, naufragué en esta isla que no está en ningún mapa.

La primera semana llore como un muchacho asustado y el miedo vino a vivir conmigo. Luego, maldije a dios los 15 días siguientes. Y me pase 3 días sin agua y comida.

Los siguientes dos meses he añorado tu cuerpo y soñado con el tibio roce de las sabanas.

Cada noche encendía hogueras en los montes, pendiente de que un barco pasara por delante de esta isla maldita, en la playa dejaba mensajes de socorro, pidiendo que vinieras.

Arroje 100 botellas con mensajes urgentes y durante 3 meses aprendí que la vida, es un cangrejo, un fruto, el agua del torrente, el sol que cada tarde pintan de rojo el agua.

Ya no siento temores...recuerdo vagamente que mas allá del mar hay fusiles y espadas y hombres que maldicen haber nacido un día. Que aquel mundo era una isla de monstruos.

Ayer me desperté cantando sin que nadie me dijera, estás loco...¿a qué viene tanta alegría?

Y cada tarde escribo en la arena unos versos que borran las mareas y que de nuevo escribo.
Hoy, he visto pasar un barco no muy lejos, he apagado raudo la luz de las hogueras y he borrado todos los mensajes de auxilio.

Afortunadamente el buque...ha pasado de largo


Rodolfo Serrano